Menú de páginas */ // fin de la navegacion ?>
*/ ?>
TwitterRssFacebook
Menú de categorías

Publicado en Feb 18, 2013

Nuestra Historia (II)

Nuestra Historia (II)

 

Continuamos con un poquito de nuestra historia…

Vega Sotuélamos quiso desde siempre respetar las técnicas tradicionales que se habían venido realizando, pero dedicando siempre una especial atención a la mejora de  la imagen, el desarrollo de una estrategia adecuada de marketing y la búsqueda continua, dentro de las limitaciones de una empresa pequeña, de los más avanzados y actuales formatos; el lanzamiento de nuevos productos que pudieran dar valor añadido y que representaran realmente una diferenciación clara con respecto al resto de marcas.

Los diseños de etiquetas fueron también partícipes de ese cambio, con el propósito de  mejorar y hacer más atractivo el producto, y sus catálogos, realizados con técnicas cada vez más novedosas; todo ello en aras de un mejor posicionamiento a todos los niveles.

El queso que tradicionalmente era típico de Vega Sotuélamos era el queso tierno de oveja, que venía fabricándose desde el año 1985 cuando la gran mayoría de los fabricantes no lo realizaban, pues el tierno tradicionalmente siempre había sido de mezcla.

Pero desde luego, si algo supuso una verdadera revolución para nuestra pequeña empresa, fue la salida al mercado del “queso al romero de oveja Vega Sotuélamos”, que  nos permitió entrar en nuevos mercados y obtener un todavía mayor reconocimiento.

Tras pocos años, dentro de las muchas pruebas que se realizan, unas 100 piezas de queso de oveja envejecido en manteca Gran Reserva vieron la luz, y el queso curado pasó de ser el menos vendido a superar las ventas del semicurado o del tierno, que hasta la fecha habían sido durante años los líderes con diferencia.

La ampliación que en su día casi provocó la muerte de Vega Sotuélamos se quedó pequeña: el queso Gran Reserva necesitaba más espacio, era necesario un cambio.

 Los amigos volvieron a sentarse: era la hora de tomar de nuevo decisiones, y con la misma ilusión del principio o más, se iniciaron las obras de una ampliación que duró tres años y que incorporó más metros, más máquinas (pues hasta el volteo de los quesos se seguía realizando a mano) e incluso una depuradora -que todo evoluciona y hay que cuidar el medio ambiente-.

Los tiempos cambian y Vega Sotuélamos sintió la necesidad de intentar acceder al  mercado exterior, para lo cual recibió la ayuda del programa Pipe, y tras muchas horas de trabajo se inició la actividad con lo asistencia como expositores en la Feria Fancy Food de Nueva York, y a continuación la primera asistencia al Salón Alimentaria de Barcelona. Fue un esfuerzo importante con una pequeña incidencia en el mercado nacional y casi nula en el internacional; era de esperar…el éxito no viene nunca de inmediato….

Pero la vida da muchas vueltas y al poco tiempo surgió la oportunidad de volverlo a intentar; esta vez con una base de clientes ya realizada y colaborando con otras fábricas amigas, por lo que se constituyó un departamento dedicado exclusivamente a la comercialización y nuestro queso empezó a ver la luz en el exterior y, esta vez, la experiencia fue positiva. Nuestros quesos empezaron a exportarse hasta países tan diferentes y  lejanos como Rusia o Canadá.

Los niveles de calidad por parte de Vega Sotuélamos han ido siempre  en aumento, con exigencias que exceden a los simples y meros umbrales administrativos. Es increíble la cantidad de papeles hay que rellenar hoy en día para seguir fabricando el queso de siempre, pero, ya sabemos que los tiempos cambian.

Pero Vega Sotuélamos en esta nueva etapa,  ha tenido mucha suerte, pues ha contado con las personas que en su día trabajaban en su interior cuando estaba enfermo, y ha incorporado otras tantas de igual valía; y digo mucha suerte pues son gente trabajadora y honesta, cada una con sus virtudes y sus defectos, pero que ayudan con su esfuerzo a seguir avanzando día a día.

Un día Vega Sotuélamos tuvo una inquietud había oido mucho hablar de las redes sociales y pensó yo tambien quiero estar ahí, e inició una actividad en recientes fechas que no sabe donde le llevará, pero que seguro le hace conocer diferentes gentes y muchos amigos.

Pedro y Francisco los dos amigos, siguen siendo uña y carne, hablan todas las noches, no olvidan las dificultades pero están muy orgullosos  de haber tenido la oportunidad en su día de ayudar a Vega Sotuélamos y ahora compartir con todos ustedes el queso que tanto les gusta.

Responder al artículos

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *